Nunca he olvidado, sin embargo, aquella tarde a finales de la decada '80, en que nuestra vecina le mostraba a mi madre un hermoso abrigo; era marron y tenia el cuello y el dobladillo de las mangas de piel. La escuche decir que era piel original de leopardo, que se lo trajo su enamorado de Europa, que era un regalo costosisimo. Debo admitir que era precioso...me permitieron tocarlo y desde ese dia quede prendada de la piel del leopardo. Me parecia fascinante poder tocar la piel de un animal que nunca en mi vida habia visto mas que en fotos. Me hice el firme proposito de que algun dia me compraria una maravilla como esa.
El tiempo fue pasando, cuando me preguntaban por mi animal favorito, la respuesta era: el leopardo de las nieves, por supuesto! nunca he visto uno real, pero me gusta lo que representa: belleza, status, dinero; las mujeres inteligentes y amables como mi vecina se visten con sus pieles...yo, quiero ser asi, cuando sea adulta. Y por supuesto, me parece bien que sea muy caro, ese es un animal peligroso y salvaje, que vive lejos...la unica manera de admirar la tersura de su pelaje es en prendas de vestir.
El tiempo siguio pasando, y en los afanes de la vida, los estudios, el trabajo y la rutina, casi olvido por completo mi fascinacion con los abrigos de leopardos de las nieves. Aveces compraba algunas prendas de "animal print" con lo que mi presupuesto estudiantil permitia, en fin...
Un dia mirando television me encuentro con un documental sobre los leopardos de las nieves y el peligro de extincion en el que se encuentra por la caza descontrolada y el mercado negro. Ese dia (casi 2 decadas despues de aquella tarde de mi infancia) pude conocer el verdadero leopardo de las nieves...un animal hermoso, salvaje, y totalmente inofensivo para el hombre...no son ellos un peligro para nosotros, por el contrario, somos nosotros una terrible amenaza para ellos.
Si me preguntan de seguro respondere que el leopardo de las nieves es (todavia) mi animal favorito... admiro la belleza de su piel viva, su libertad; no quiero guardar su belleza en un armario, quiero poder admirarlo sin retenerlo.
En cuanto a mi vecina, en una ocasion me dijo que no tuvo mucha oportunidad de usar el abrigo, el clima de RD no manda abrigarse tanto, asi que no le fue posible lucirlo como hubiese querido y se lo regalo a una hija. La senora sigue viviendo en la misma casa de siempre (repleta de antiguedades y cosas lindas), sigue siendo amable con los infantes del vecindario. Aunque tengo alta estima por ella, no cambio una vida con conciencia por las cosas efimeras que dan una pseudo-felicidad.
"Las cosas mas bellas de la vida no pueden verse ni tocarse, pero se sienten en el corazon". Helen Keller
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